Cinco años después de haber presentado propuestas concretas, el Ministerio del Interior sigue sin responder con medidas reales a las demandas por una movilidad más limpia y justa.
El pasado 28 de mayo, el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, declaró en el Senado que el Gobierno revisará el sistema de etiquetas ambientales “cuando lo indiquen los expertos y haya consenso entre todos los actores implicados”. Ante estas declaraciones, cinco organizaciones —Ecodes, Fundación Renovables, Ecologistas en Acción, Greenpeace y Transport & Environment— han respondido con firmeza: la reforma del sistema de etiquetas ambientales es urgente y no puede seguir aplazándose.
Desde la campaña Clean Cities respaldamos este posicionamiento. Las etiquetas ambientales actuales, gestionadas por la Dirección General de Tráfico (DGT), no se corresponden con la realidad de las emisiones de los vehículos. Por ejemplo, la etiqueta «0» puede incluir vehículos que sí emiten contaminantes, y la categoría «ECO» agrupa una gran diversidad de modelos con niveles de emisiones muy dispares. Este sistema confunde a la ciudadanía, perjudica la transparencia y limita el avance hacia una movilidad verdaderamente limpia.
Las organizaciones firmantes denuncian que, en el proceso de revisión iniciado en 2020, no se dio voz a la sociedad civil ni a expertos en salud pública o medio ambiente, y se apoyaron en un informe que nunca fue publicado. Además, cuestionan que una herramienta tan determinante para la política climática siga siendo competencia exclusiva de la DGT, en lugar del Ministerio para la Transición Ecológica.
Reformar el sistema de etiquetas ambientales no es una medida técnica menor: es un paso clave para cumplir con los compromisos climáticos, mejorar la calidad del aire urbano y fomentar una movilidad más sostenible, justa e inclusiva.
¿Por qué ahora?
El sector del transporte es responsable de más del 32% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España. Renovar el parque automovilístico con fondos públicos, sin criterios ambientales rigurosos, solo perpetúa el problema. Por eso, las organizaciones demandan un sistema de etiquetado que discrimine positivamente a los vehículos que realmente no contaminan o contaminan menos, y que esté alineado con los estándares de la OMS y los objetivos de descarbonización.
Desde Clean Cities apoyamos las demandas de:
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Ecodes
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Fundación Renovables
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Ecologistas en Acción
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Greenpeace
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Transport & Environment
Y exigimos:
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Un sistema de etiquetas ambientales transparente, justo y coherente con la ciencia.
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Participación de todos los sectores sociales y expertos en el proceso de reforma.
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Políticas públicas que prioricen la salud, el clima y el interés general por encima de los intereses industriales.
Es hora de actuar. Exigimos etiquetas ambientales que realmente informen, protejan y guíen el cambio hacia ciudades más limpias y habitables.