Respirar aire limpio y saludable es un derecho fundamental, especialmente en los entornos escolares donde niñas, niños y adolescentes pasan gran parte de su jornada diaria. Sin embargo, numerosos estudios demuestran que muchas escuelas en entornos urbanos están expuestas a niveles de contaminación del aire que superan los límites saludables recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la OMS, el valor límite anual recomendado para el dióxido de nitrógeno (NO₂) es de 10 µg/m³, un estándar mucho más exigente que el actual marco legal europeo y español, que establece el umbral en 40 µg/m³. Este cambio pone de manifiesto la urgencia de adoptar herramientas eficaces para monitorizar la calidad del aire en los entornos escolares y reducir la exposición a contaminantes.
Desde hace años, Sagarrak Ekologista Taldea / Ekologistak Martxan colectivo ecologista con sede en Basauri (Bizkaia), desarrolla campañas de ciencia ciudadana para medir la calidad del aire mediante la detección de NO₂ en el entorno de los centros educativos. Este proyecto ha involucrado a más de 20 centros escolares y cientos de estudiantes en municipios como Basauri, Galdakao, Etxebarri, Barakaldo y Bilbao.
Más que un diagnóstico ambiental, se trata de un proceso educativo, colectivo y transformador, donde se fomenta el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y el compromiso con la salud ambiental desde edades tempranas.
Evaluar los niveles de contaminación por NO₂ en los alrededores de centros escolares mediante herramientas accesibles y fiables como los tubos pasivos tipo Palmes.
Impulsar procesos de ciencia ciudadana que involucran activamente a la comunidad educativa en la recogida y análisis de datos ambientales reales.
Dar a conocer cómo la exposición a contaminantes atmosféricos, especialmente en etapas de desarrollo, puede afectar la salud infantil y juvenil.
Promover propuestas de mejora surgidas desde las propias escuelas para transformar los espacios educativos en lugares más saludables, seguros y sostenibles.
Poner a disposición de instituciones y ayuntamientos información útil y concreta para diseñar medidas como Zonas de Bajas Emisiones, planes de movilidad o entornos escolares protegidos.
Facilitar que más centros educativos, asociaciones y entidades puedan implementar campañas similares, adaptadas a su realidad, con acompañamiento técnico y educativo.
El proceso se organiza en varias fases:
Definición del proyecto con la comunidad escolar y adaptaciones según el contexto.
Sesión formativa con alumnado y profesorado sobre contaminación, salud y ciencia ciudadana.
Colocación de tubos difusores de NO₂ en diferentes puntos estratégicos del entorno del centro educativo.
Recogida de tubos y envío a laboratorio especializado.
Análisis y presentación de resultados junto al alumnado, incluyendo mapas de contaminación, propuestas de mejora y reflexión colectiva.
Más de 150 tubos de medición han sido colocados en campañas recientes, y los resultados se han convertido en herramientas de incidencia en los ayuntamientos, como en Galdakao, donde se propuso una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) a raíz de los datos recogidos
Proporciona datos reales y contextualizados sobre la calidad del aire en zonas sensibles.
Empodera a la infancia y juventud como agentes de cambio ambiental.
Promueve una movilidad más sostenible en el entorno escolar.
Refuerza el vínculo entre educación, salud y urbanismo.
Facilita el trabajo colaborativo entre centros educativos, organizaciones sociales y ayuntamientos.
Desde Clean Cities animamos a centros escolares, asociaciones, organizaciones medioambientales y entidades locales a llevar a cabo campañas similares. El modelo desarrollado por Sagarrak es flexible, pedagógico y fácil de adaptar.
💬 Contacta con Sagarrak Ekologista Taldea:
🌐 www.sagarrak.org
📧 ekologia@sagarrak.org
📍 Basauri, Bizkaia
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