Cada septiembre vuelve la Semana Europea de la Movilidad (SEM). Con ella, llegan calles peatonalizadas por unas horas, paseos en bicicleta, campañas institucionales y eslóganes amables que nos invitan a “movernos de forma sostenible”. Pero bajo la foto oficial y los gestos simbólicos, persiste una realidad incómoda: la mayoría de las ciudades siguen organizadas para el vehículo motorizado, no para...