Durante la Semana Europea de la Movilidad 2024, la iniciativa Cycling With Clean Air (Pedaleando con Aire Limpio), liderado por el Área de Salud y Medioambiente de ConBici y apoyado por la Campaña Clean Cities, ha realizado un conjunto de mediciones que revelan una alarmante realidad: la contaminación en los entornos escolares se dispara en días laborables, exponiendo a la infancia a niveles de contaminación peligrosos para su salud.
Datos alarmantes: más contaminación, más riesgo para la salud
El proyecto Cycling with Clean Air llevó a cabo mediciones en 18 ciudades españolas, donde las y los voluntarios midieron los niveles de partículas PM2.5, las partículas de contaminación tóxica emitidas por los vehículos de motor , y lo hicieron en dos momentos clave: el domingo 22 de septiembre, durante el Día Mundial Sin Coche, y el lunes 23 de septiembre, un día laborable normal. Las mediciones se centraron en las horas de entrada a las escuelas, entre las 08:30 y las 09:30, el periodo de mayor tráfico vehicular.
Los resultados no podrían ser más preocupantes: el lunes, los niveles de contaminación fueron, en promedio, más del doble que los registrados el domingo. En ciudades como Vigo y Málaga, la contaminación el lunes triplicó la del Día sin Coche, y en Albacete, Santiago y Valencia, los niveles de PM2.5 superaron con creces los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El impacto de la contaminación en la infancia
Este aumento en los niveles de contaminación en los entornos escolares tiene un impacto directo y negativo en la salud infantil. La exposición a las partículas PM2.5, que provienen en su mayoría de los vehículos motorizados, incrementa el riesgo de desarrollar infecciones respiratorias, enfermedades crónicas y problemas en el desarrollo cognitivo. Las consecuencias no solo se ven reflejadas en su calidad de vida actual, sino que afectan su desarrollo futuro.
Ciencia ciudadana: una herramienta clave
Cycling With Clean Air es una iniciativa de ciencia ciudadana que busca involucrar a la comunidad en la medición de la calidad del aire, complementando los datos de las estaciones fijas municipales, que, en muchos casos, son escasos y no reflejan el impacto real del tráfico en zonas escolares. Desde 2022, este proyecto ha permitido tener una visión más completa de los niveles de contaminación en nuestras ciudades, y ofrece datos cruciales que pueden ayudar a las autoridades locales a tomar decisiones informadas y efectivas.
Esta iniciativa, apoyada por Clean Cities, tiene como objetivo principal dotar a las autoridades municipales de información adicional que les permita desarrollar planes de movilidad urbana más sostenibles. Los datos recogidos aportan un valor incalculable, ya que muestran la realidad de los puntos más vulnerables, como los entornos escolares, y permiten crear políticas que realmente protejan a la población más afectada: la infancia.
Un llamado a nuestras instituciones: es hora de priorizar la salud y el bienestar
Los datos obtenidos por Cycling with Clean Air demuestran la urgencia de que las autoridades locales tomen medidas contundentes. Es necesario que se prioricen los planes de movilidad sostenible, se implementen Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y se reduzca la intensidad del tráfico motorizado en los entornos escolares. Estas acciones no solo contribuirán a mejorar la calidad del aire, sino que también ayudarán a mitigar los efectos del cambio climático y a crear ciudades más seguras y saludables.
Es fundamental que nuestras autoridades se tomen en serio esta crisis. El bienestar de la ciudadanía, especialmente de los niños y niñas, debe estar en el centro de las políticas urbanas. No podemos permitir que la contaminación del aire siga afectando la salud de las futuras generaciones.
Los resultados de Cycling With Clean Air son un recordatorio claro de que debemos actuar ahora. La calidad del aire en los entornos escolares es crítica, y la ciencia ciudadana puede ser una herramienta poderosa para apoyar las decisiones políticas necesarias. Desde ConBici y Clean Cities, instamos a las administraciones locales a adoptar medidas urgentes y efectivas que promuevan una movilidad activa y reduzcan la contaminación en nuestras ciudades.
El aire limpio no es un lujo, es un derecho. ¡Es hora de construir ciudades que prioricen la salud y el bienestar de todas las personas!