En esta tabla mostramos cómo se han clasificado distintas ciudades según el nivel de implementación de límites de velocidad reducidos (30 km/h). Este es un paso clave para lograr calles más seguras, especialmente para los niños y niñas.
Reducir la velocidad no solo disminuye el riesgo y la gravedad de los accidentes, sino que también contribuye a tener calles más tranquilas. Esto facilita que más personas caminen o usen la bicicleta, haciendo que las ciudades sean lugares más agradables y seguros para todos, especialmente para los más pequeños.
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